26 de octubre de 2012

Nothing I do is good enough

Me duele saber que ni siquiera soy capaz de hacer bien las cosas que me gustan. Hace mucho que no soy capaz de acercar el ojo derecho y apretar el botón... no entiendo como algo tan simple como eso me resulta tan complicado. Hay veces que cuando miro a través de la cámara no veo nada y eso me araña el corazón.

Me duele saber que sólo estamos yo, el vacío y el modo black and white conectados en el tiempo. Creo que esa fue la razón por la que deje de fotografiar.

No sabéis cuanto lo hecho de menos, lo que me duele no poder expresarme, saber que estoy ahí delante en el momento apropiado y no poder hacer nada...
Hace mucho que me siento vacía y ya ni si quiera eso puede ayudarme.


28 de septiembre de 2012

Y si quieres también, puedo ser tu abogado y tu juez, tu miedo y tu fe, tu noche y tu día, tu rencor, tu porqué, tu agonía…

29 de junio de 2012

El invierno oxida los corazones

Era un día de Noviembre como otro cualquiera, las aceras estaban mojadas debido a la lluvia de la noche anterior y los primeros rayos de sol dejaban su reflejo en ellas. Mientras, yo, escondido tras la ventana, contemplaba las calles vacías de Tokyo y me preguntaba por qué en un día tan hermoso como aquel no había nadie paseando por las avenidas.
A la gente de la capital no le gusta el invierno.
Y yo, allí de pié, me pregunté por qué a la gente de la capital no le gustaba el invierno y después de reflexionar un momento lo comprendí: el invierno oxida los corazones. Cuando el gélido viento penetra en los huesos seco y firme duele, no te deja respirar y te desgarra el pecho.
Abrí la ventana y lo sentí: el viento del norte rozando mi rostro.
Y pensé que, quizás, la capital no estaba hecha para mí.

14 de mayo de 2012


Porque escucha cuando le hablas, pero no quiere entender...

1 de mayo de 2012

Las heridas sangran incluso en "el país de las maravillas", Alicia.


Necesito ayuda, en realidad la estoy pidiendo a gritos, siempre lo he estado haciendo, cada puñetero día de mi vida he intentado que alguien me ayudara. El problema está en que todos pretenden que me plante delante de ellos, pero eso no va a ocurrir.
Hay gente que dice que los problemas no les puede afrontar uno solo, y tienen razón, yo lo he estado intentando todos estos años, pero el saco cada vez se hace más pesado sobre mi espalda y me está tirando al suelo.
¿Sabes? nunca te he pedido nada. Solo quería intentar ser alguien mejor para que estuvieras orgullosa de mi, he estado callándome los malos pensamientos solo por ti, he ignorado mis propios sentimientos para no hacerte  más daño de lo que una vez te hicieron y lo único que has hecho por mi ha sido llenar más ese saco.
¿Sabes? nunca te he pedido nada y créeme que no lo voy a hacer nunca, pero recuerda que algún día recogerás lo que una vez sembraste, aunque no sea por mi parte.
Porque yo no soy como tú.
No soy capaz de apoyar a alguien que me ha herido y negar a quien me ha ayudado.

5 de abril de 2012

angy please, don't cry

Supongo que algunas personas calificarían esto como un pensamiento "obsesivo" pero es algo que tengo que aclarar porque mi tiempo se acaba y no se que va a ser de mi si no llego a una solución pronto, porque de lo contrario mi cabeza estallaría

He estado reflexionando muchas veces sobre el futuro y el destino. ¿Como es posible que una simple decisión pueda cambiar tanto el rumbo de la vida? Pongamos un ejemplo: acabas el colegio y es hora de decidir a que instituto vas a ir. Puede que a la gente les parezca una decisión insignificante ¿qué más dará uno que otro si, al fin y al cabo, vas a estudiar lo mismo? pero todo depende de las personas que estén en esos lugares. Puede que encuentres a esa persona que llevas tanto tiempo buscando o puede que pases los dos peores años de tu vida.

Nadie sabe con qué se va a topar a lo largo del camino, es por eso que la gente se equivoca de manera continua, y yo tengo miedo a equivocarme de nuevo, porque toda mi vida ha sido un error... Supongo que será cuestión de "suerte" elegir el camino correcto. Es algo tan simple como el azar, tan justo como injusto, pero ni si quiera hay un espacio que delimite lo que es justo de lo que no lo es; por eso es tan desquiciante.

Solo pensar que me toca decidir sobre mi futuro me entran escalofríos y unas infinitas ganas de llorar por la impotencia de no saber/poder decidir. No estoy hecha para este tipo de situaciones y ni si quiera tengo a nadie que le interese como me siento. Nadie que intente ayudarme. En estos momentos lo único que me apetece realmente es coger la maleta, marcharme y caminar lejos. Allí donde nadie pueda encontrarme. Y siento que me estoy convirtiendo en ese tipo de personas que odio: aquellas que huyen de los problemas a la mínima y no los saben afrontar de frente. Es por eso que me odio tanto y odio sentirme tan impotente.

¿Qué es lo que tengo que hacer para cambiar? La gente suele decir que para cambiar primero has de cambiar algo, es por eso que saqué los perfumes de sus cajas y quité el plástico protector de la pantalla de móvil, cambié mi forma de vestir, compré un par de libros nuevos e incluso he dejado de fotografiar por un tiempo... pero sigo estando igual de ciega que antes.

Cada vez la montaña se me echa más encima y yo sigo ahí debajo sentada con la cabeza entre las rodillas esperando el día en que ya no pueda dar marcha atrás y todo en lo que una vez creí se desmorone. De todas formas, la vida nos acaba decepcionando tarde o temprano.

2 de marzo de 2012

Cuando el rock and roll deja de curarte las heridas
empiezas a darte cuenta de que algo va muy mal.

20 de febrero de 2012

El suelo tiembla cuando ella llora


Volvió a dejar caer las rodillas en el suelo una vez más. Ella nunca contó las veces que tropezó, pero sabia que fueron demasiadas, tantas que hasta le sangraban las piernas de vez en cuando.
Pero a ella no le importaba.
No le importaba el dolor... no ese tipo de dolor.
Volvía a estar tirada en el suelo una vez más y empezó a pensar si esta seria la última vez, tal y como hacia cada vez que se encontraba en esa situación.
Empezó a pensar que si ya había caído más veces era porque en algún momento decidió levantarse.
Arañó el parquet con las manos apoyadas y pensó que tal vez no merecía la pena volver a levantarse si iba a seguir cayendo, una y otra vez.
Pero a ella no le importaba.
No le importaba el dolor... no ese tipo de dolor.
Y volvió a levantarse con las rodillas sangrando y pensó que aunque volviera a derrumbarse no le dolería.
Porque el dolor que ella sentía estaba por dentro de la piel y ella sabía que las caídas no podían superarlo.
Ella decidió que prefería seguir cayendo aunque sangraran sus rodillas.
Y se dejó caer una vez más porque, en realidad, no tenía nada que perder.

5 de febrero de 2012

Absurdo como un domingo por la tarde


Hay gente que cree que las personas cambian, pero se equivocan. Todo el mundo miente, en mayor o menor medida pero igualmente lo hace. Puede que nunca llegues a saberlo o puede que lo sepas desde siempre.
Las personas falsas se ven a la legua, se comportan de forma diferente dependiendo con quien estén y siempre intentan llamar la atención. Nada más conocerte intentan ser tu "amigo" poniéndote mensajes en tuenti (de esos cursis que no voy a mencionar aquí porque va contra mis principios) y lo peor es que se creen que les caes bien. Es tan sumamente absurdo el comportamiento de las personas que me da hasta asco ser yo misma y que me odie todo el mundo porque gente como esa se llevan siempre el primer puesto.
Es por esto que a veces me fugo las noches para buscar entre la basura.

(Vuelve a ser domingo por la tarde y sigo aquí, como siempre, escribiendo palabras vacías a una pantalla que ni si quiera sabe mi nombre)

#Samantha

Le gustaban las frías mañanas de invierno que se calman con un buen chocolate caliente. Le gustaba que el viento del norte le rasgara la cara cuando se sentía perdida, que la nieve se derritiera en sus manos nada más tocarla y que cuando lloviera, fuera ella la única persona que caminara por la ciudad.
Le encantaban las noches de invierno porque solía escribir historias, no de esas que te llegan al corazón ni te hacen recordar viejos momentos, escribía sobre el dolor y la angustia, sobre carreteras vacías y corazones de piedra. En realidad no le gustaban las historias bonitas que acaban con un final feliz, realmente las odiaba; por que ella no tuvo ningún final feliz. Aunque, de todas formas, no le importaba en absoluto.


Hacía tiempo que Sam había dejado de sentir, y el frío del invierno le hacía parecer viva. Esa era la única razón por la que escribía.
Pero lo cierto es que ella nunca escribió para nadie, para nadie excepto Sam.

5 de enero de 2012

¿Se puede fotografiar el amor?

Estábamos sentados a los pies de la cama. Yo la observaba mientras ella se disponía a ordenar unas viejas fotografías que encontró perdidas en el fondo de su armario encerradas en una caja de cartón desgastada por los años. Se dejó caer de rodillas y empezó a colocarlas una a una sobre el suelo de parquet cuando me dispuse a prestarlas más atención. Hubo muchas que no entendí, tal vez porque yo nunca mostré ningún interés en la fotografía o quizás fuera porque su cabello rojizo estaba rozando mi brazo derecho, no lo sé; pero una de ellas en concreto llamó mi atención: era una foto en blanco y negro  que mostraba una chica de cabello corto sentada sobre una cama, mantenía su cabeza apoyada sobre sus rodillas, justo delante de ella se situaba un periódico. No parecía estar leyéndolo.

- No entiendo que quiere decir esta foto
- Ah. Esa. Es mi favorita.
- ¿Tu favorita? ¿Por qué?
- Dime, ¿crees que se puede fotografiar el amor?
- Claro que no, el amor es un sentimiento, no se puede tocar, no es algo material. No puedes fotografiar algo que no puedes ver.
- Entonces, qué piensas que es el amor.
- Pienso que el amor es querer estar siempre cerca de esa persona, como nosotros.... pensar siempre en ella y hacer todo lo posible por verla feliz. Amar a alguien es querer pasar tu vida entera con ella, estar juntos en los buenos y malos momentos y aprender el uno del otro.
- Nosotros estamos juntos, pero hay personas que están enamoradas y están solas.

Después de eso miré de nuevo la fotografía. Mantuve fija mi mirada en ella durante varios minutos; sin saber qué decir.... sintiéndome un hipócrita.

27 de diciembre de 2011

you look so beautiful today

Otro día más y te levantas de nuevo con la cara húmeda. Sientes que todo el mundo está por encima tuyo: son más guapos, más listos, más inteligentes... que tú. Sientes que siempre fuiste esa pieza perdida del puzle que nadie buscó, esos libros viejos que retiraron ya de las bibliotecas, esas canciones que pasaron de moda y ya nadie recuerda, los pasos en la nieve del pasado invierno que el sol borró, las fotografías olvidadas, los besos que nunca fueron sinceros, los versos de un poeta en las paredes del metro... fuiste un recuerdo para nadie, fuiste todas esas botellas llenas de deseos que se perdieron en el mar, fuiste aquel frasco de pastillas para dormir y el sombrero lleno de pequeñas monedas de aquel violinista solitario...
Un día fuiste todo eso y más, pero hoy quería decirte que un puzle no se termina si falta una pieza, que los libros viejos son los que cuentan historias reales, que las canciones antiguas son las más hermosas y que una fotografía significa un recuerdo, y tienes que recordar que no importa el color de tu piel, no importa cuán delgada estés ni si tus ojos son de un color u otro.

Hoy quería decirte que te ves preciosa, no importa lo que los demás digan.

Escapar


No necesitaba una maleta demasiado grande para su viaje, una Canon, un par de converse, su tabla de skate, su reproductor de música y la ropa puesta componían su equipaje. Años atrás decidió que no iba a quedarse en esa mierda de ciudad, se juró a sí misma que escaparía, costara lo que costara, del lugar que le atravesaba el costado con sus innumerables recuerdos bastardos, recuerdos que no quería que volvieran a inundar su mente por más años.
Con el currículum de "licenciado en medicina" bajo el brazo salió en el primer vuelo dirección Londres. Habían pasado más de 2 años desde la última vez que estuvo allí, pero por alguna extraña razón sintió que debería volver, conocía cada rincón de la ciudad, sabía muy bien donde dirigirse en cuanto el avión aterrizara y así lo hizo.
Al llegar a la ciudad cogió el metro en la dirección que marcaba su mapa, no muy lejos de la estación. Mientras caminaba hacia su destino oyó un sonido, su tono de llamada. Había decidido no llevar el teléfono movil por esa misma razón, no quería que nadie la buscara, ni ahora ni nunca, porque si no fue querida durante los 24 años de su vida tampoco lo sería ahora. Rebuscó entre su mochila, sacó un objeto, lo tiró en la primera papelera que vió y sonrió. Esa era la sensación que buscaba, indiferencia. Ya no le importaba nada, no importaba lo que la gente pensara de ella, no importara donde estuviese, sabría que después de ese viaje no sería la misma sino alguien mejor, no una fracasada ni una imbécil, no. Ahora era una persona que luchaba por conseguir su felicidad, que tenía metas y destinos, que nunca más se aferraría a los muros de su pasado porque había dejado los malos momentos atrás por y para siempre.
Desde una cabina roja insertó unas cuantas monedas y marcó un número, cuando apareció la señal alguien respondió:
- ¿Si?
- Soy yo, estoy en casa.

12 de noviembre de 2010

mentiras bajo la piel


Necesitas tomar pastillas, calmar la sed con una botella de ron, enredarte entre los recuerdos de una vida pasada, tu vida, esa que desapareció. Dime cuando fue el momento en el que te perdiste por el mundo, quien robo tu libertad. Te convertiste en el peor enemigo del destino, perdiste el norte, el sur y el este. Caminaste entre la indiferencia y entre el olvido, fallaste en el intento de romper las cadenas con la fuerza de tu brazos... dime cuando dejaste de creer en ti, cuando gritaste en silencio escapar, dime si alguna vez alguien robo esa parte de ti que te ciega, que te arrastra hasta lo más bajo y profundo del suelo. Dime si alguna vez creíste en ti o solo lo hiciste en sueños, si intentaste en vano alzar la mano para tocar una estrella. Cuando fue que te prohibiste avanzadar, recuperar memorias y sentir el frío del invierno nuevamente en tu piel, ¿que sentías al notar la nieve caer sobre tu pelo? mentiras y promesas que se ahogaron en un mar de lagrimas vacías, que un día importaron algo para ti.

Ahora ella se maquilla de negro, abrocha con fuerza sus botas y su cazadora de cuero, ella camina sin dirección pero con pasos firmes, ella siente la libertad correr entre sus venas, corre entre el frío y la nieve, entre los árboles y grita, grita que se siente viva y que no le importa si es correcto o no lo que hace, que rompió las cadenas que le ataban a la sociedad y fundo un nuevo mundo en el que los sueños de las personas se cumplen y merecen tener un pequeño espacio en el final de un cuento, un cuento que narra en frases la palabra libertad.

Se convirtió en el peor enemigo del destino, en el mejor amigo del diablo. Ese trozo de papel que un día rompiste en pedazos, hoy se recompone y te escupe a la cara, escupe al mundo y a todas las personas que juegan a ser felices cuando ni siquiera tienen una ficha encima del tablero.